Ser padres requiere práctica
Por Kristina Ward, LMFT | Counseling
Los medios de comunicación suelen dar la impresión de que tener hijos y ser padres son dones naturales que se conceden a todos los buenos padres.
¡No lo es!
Ser padre es como cualquier otra habilidad. Los nuevos padres deben aprender y practicar estas habilidades. A veces, esta práctica es fácil. Pero cuando surgen circunstancias especiales, como el TDAH en un niño de 5 años, la ira en un niño de 4 años, o incluso simplemente el manejo de una niña con el pelo largo y grueso, la crianza puede llegar a ser tan desafiante como un episodio de "Factor Miedo".
Aprender habilidades parentales no sólo es bueno para el niño, sino también crucial para los padres. Desarrollar habilidades parentales saludables mejora la confianza, la autoestima y la autovaloración de los padres, así como la confianza en otras relaciones. El uso de habilidades parentales saludables fomenta las interacciones positivas entre padres e hijos, lo que, a su vez, aumenta la autoestima y la confianza del niño.
Cinco habilidades parentales a desarrollar
1. Mostrar aprecio
Cuando su hijo haga algo digno de mención, exprésele su agradecimiento. No se limite a decir: "Gracias por ayudarme con la compra", reconozca también cualidades como el humor, la compasión o, simplemente, la puntualidad. Por ejemplo: "¡Amigo, estás vivo! Me encanta cuando puedo desayunar contigo por la mañana antes de que tengamos que irnos". Es posible que te miren con cara de asco, pero se establece una conexión.
2. Establecer límites y consecuencias claros
Crear normas y expectativas claras y adecuadas a la edad y la etapa de desarrollo. ¿Cómo establecemos normas? ¿Y las expectativas? Define claramente los comportamientos inaceptables y relaciónalos con normas específicas. Aborde la norma cuando se produzca el comportamiento. Por ejemplo, si un niño pega a otra persona, establezca la norma "Prohibido pegar" y aplique consecuencias como el tiempo fuera (restricción a corto plazo), la retirada del juego o el castigo (restricción a largo plazo).
3. Practicar la empatía
La empatía, la comprensión de los sentimientos y experiencias de los demás, es una habilidad que se aprende. Modele un comportamiento empático en sus interacciones. Por ejemplo, un padre podría decir: "Hoy pareces disgustado, ¿quieres que hablemos de ello?". Reconocer los sentimientos sin reaccionar a los tonos negativos fomenta el diálogo abierto.
A veces, modelar el comportamiento que queremos ver en nuestros hijos implica discutirlo. Por ejemplo, cuando mamá llega a casa del trabajo y se va directamente a la cama sin hacer la cena, su hijo comenta: "Mamá ni siquiera nos ha hecho la cena". En respuesta, papá sugiere: "Preparemos juntos la cena para la familia. Puedes llevarle algo a mamá cuando esté listo, para que pueda descansar y seguir cenando".
4. Conexión, conexión, conexión
Al igual que las amistades, la relación entre padres e hijos se fomenta con la conexión emocional. Valide las emociones de su hijo nombrándolas y reconociéndolas. "¿Sólo sientes rabia o también hay algo de frustración en esa rabia? Yo me sentiría frustrado y enfadado ahora mismo". Manténgase conectado a lo largo de la semana, aunque trabaje en horas impares, con gestos sencillos como dejar notas de ánimo como "¡Buena suerte en tu examen de matemáticas de hoy!".
5. Enseñar autonomía e independencia
La autonomía comienza durante la primera infancia y continúa durante la adolescencia y la edad adulta. Los padres pueden ofrecer oportunidades para una sana autonomía ofreciendo opciones: "¿Quieres ponerte el top rosa o el amarillo?". Respete las opiniones y emociones de su hijo, y guíele a través de los retos para desarrollar habilidades de resolución de problemas.
BONUS: Amor incondicional
El amor incondicional es el amor que sentimos sin importar los logros, errores o comportamiento del niño. El niño sabe que no tiene que hacer nada para ser amado. El amor incondicional no significa que el niño no tenga límites, expectativas y consecuencias. Amor incondicional significa: "Incluso cuando mamá se enfada por algo que he hecho, sé que mamá me sigue queriendo".
La crianza de los hijos es una habilidad que se aprende con la experiencia y la reflexión. Busque apoyo si se siente abrumado; no está solo. El equipo de consejería de NAOH puede proporcionar más consejos útiles para la crianza de los hijos o ser un oído atento durante los momentos difíciles. Concierte una cita aquí.

