Mayo es el Mes de la Salud Mental

Vivimos en un mundo que cambia rápidamente y por el que puede resultar complejo navegar. Casi la mitad de los estadounidenses son capaces de recordar una época en la que no había necesidad de conectarse constantemente y era más fácil desconectar del ruido del mundo, mientras que la mitad más joven de la población no puede imaginar la vida sin Internet.

La vida moderna puede tener un impacto significativo en la salud mental, para bien o para mal. Las imágenes perturbadoras de los medios de comunicación a los que estamos expuestos hoy en día pueden ser profundamente inquietantes. Al mismo tiempo, nuestra tecnología actual también nos permite movilizarnos y prestar apoyo colectivo de forma más eficiente en tiempos de catástrofes naturales o injusticias.

E irónicamente, mientras nuestros dispositivos nos hacen estar más conectados que nunca, la soledad es un problema de salud pública cada vez más grave. Ahora podemos mantener conversaciones con amigos y familiares al otro lado del mundo en tiempo real. Sin embargo, la conexión constante también significa que sabremos si no nos han invitado a la fiesta de un amigo al final de la calle. Los datos de una encuesta reciente muestran que más de la mitad de los adultos estadounidenses (58%) se sienten solos.

Encontrar una sensación de calma y centrarse en el bienestar cuando se tienen problemas de salud mental puede resultar desalentador en nuestra acelerada sociedad. Puede ser especialmente difícil saber por dónde empezar.

Mayo es el Mes de la Salud Mental y NOAH está concienciando sobre el importante papel que la salud mental desempeña en nuestras vidas. Animamos a los miembros de la comunidad a tomar medidas para proteger su salud mental y su bienestar general.

Este mes de mayo, NOAH centrará sus esfuerzos en ayudar a los miembros de la comunidad a:

- APRENDA cómo afecta la vida moderna a la salud mental con nuevos recursos para navegar por nuestro mundo cambiante.

- ACT mediante la creación de un sólido programa de salud mental a través de nuestro modelo integrado de atención.

- CAMPEÓN para mejorar la salud mental de nuestros pacientes y la comunidad.

Si cree que puede estar experimentando síntomas de una afección de salud mental y no está seguro de por dónde empezar, llámenos al 480-882-4545 y programe una cita con su proveedor de NOAH. Es importante recordar que trabajar en su salud mental lleva tiempo. El cambio no ocurrirá de la noche a la mañana. En cambio, si se concentra en pequeños cambios, puede superar los factores estresantes de la vida moderna y desarrollar estrategias a largo plazo para apoyarse a sí mismo y a los demás de manera continua.

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Ansiedad social: Más que timidez

Por Daniel Davis, MD | Medicina Interna

Es normal sentirse ansioso o estresado ante un acontecimiento social de vez en cuando. Todo el mundo se ha sentido ansioso ante una ocasión social como una nueva entrevista de trabajo, ir a una fiesta, tener una primera cita, dar un discurso, etc. Pero, para las personas con ansiedad social, este miedo puede ser extremo y causar un deterioro significativo. La buena noticia es que es muy tratable y tiene muchas opciones de tratamiento. 

Ejemplos de pensamientos negativos automáticos en personas con ansiedad social

¿Qué es el trastorno de ansiedad social?

La ansiedad social es un miedo intenso y persistente a ser observado y juzgado por los demás. Puede repercutir en el trabajo, los estudios y causar dificultades para hacer amigos y entablar otras relaciones duraderas. Este trastorno es muy frecuente y lo padece hasta el 5-10% de la población estadounidense. Sin embargo, sigue estando infradiagnosticado, probablemente porque la ansiedad social hace que las personas no quieran buscar ayuda o hablar de ella.

Opciones de tratamiento

Si te preocupa que puedas padecer ansiedad social, rellena este formulario del Centro Nacional de Ansiedad Social y lleva los resultados a tu médico de cabecera, orientador o psiquiatra. Puede ser difícil diferenciar este trastorno de otros diagnósticos como la timidez normal, el TEPT, el trastorno del espectro autista, el trastorno de pánico, la agorafobia, la depresión y la ansiedad generalizada. Por ello, es importante que comentes tus preocupaciones con un profesional de confianza.

La ansiedad social es frecuente, pero puede ser incapacitante. El lado positivo es que este trastorno mejora con el tratamiento. La respuesta tanto al asesoramiento como a los medicamentos puede suponer una gran diferencia para las personas que padecen este trastorno y las muchas áreas de su vida en las que repercute.

Manténgase sano y feliz estas fiestas

Se supone que las vacaciones son divertidas y alegres, ¿verdad? Pues sí. Sin embargo, con las fiestas llega el estrés y, en algunos casos, incluso la depresión. Ser realista, planificar con antelación y buscar apoyo pueden ayudar.

Sea realista

Comprar, envolver, hornear, decorar e incluso asistir a fiestas y eventos navideños pueden hacer que se sienta abrumado durante las fiestas. Recuerde que no tiene que hacerlo todo. Elige las cosas más importantes para ti y tu familia. Si siempre decoras por dentro y por fuera, elige sólo una y alterna año tras año. Las familias cambian y crecen, y las tradiciones también. Elige algunas para mantenerlas e incorpora nuevas tradiciones, sobre todo las que no supongan mucho trabajo.

Ceñirse a un presupuesto también es importante durante las fiestas. Antes de comprar regalos y alimentos, decida cuál es su presupuesto y no se salga de él. El dinero no compra la felicidad.

Establezca expectativas realistas también para las relaciones. Que sea Navidad no significa que de repente todo el mundo se lleve bien. Es importante dejar a un lado las diferencias. Acepta a tus amigos y familiares tal y como son aunque no estés de acuerdo con algunos de sus pensamientos y comportamientos.

Planificar con antelación

Planificar con antelación también puede ser útil para aliviar el estrés navideño. Reserva algunos días para comprar, envolver, hornear, decorar y ponerte en contacto con familiares y amigos. Dividir todo lo que tienes que hacer en bloques de tiempo manejables te ayudará a reducir la ansiedad provocada por las prisas de última hora. 

Aprende a decir "no". Se te apreciará mucho menos si te sientes resentido y abrumado porque pones demasiado de tu parte. Si crees que debes ayudar, añade tiempo para esos proyectos en tu agenda cuando planifiques con antelación. Asegúrate de gestionar las expectativas comprendiendo lo que se te pide y no asumas tareas adicionales que no estaban en tu agenda original.

Tómate tiempo para ti

El autocuidado es importante, sobre todo durante las vacaciones. Encuentre algo que le ayude a despejar la mente, como ejercicios de respiración, salir a pasear, escuchar música o dar un paseo en coche. Pasar 15 minutos a solas sin distracciones puede ayudarte a recuperar la "calma interior".

A veces, el mero hecho de tener a alguien con quien hablar puede aliviar la carga de una situación estresante. Llama a un amigo o familiar de confianza y hablad de cualquier cosa. Despeja tu mente de lo que te estresa o aborda el tema de frente; sabrás lo que te conviene en función de cómo te sientas después de la conversación. Además, existen canales en las redes sociales, grupos de apoyo e incluso eventos en línea que pueden proporcionar un sistema de apoyo que te ayude a aliviar la tensión.

Mientras que muchas personas experimentan estrés durante las fiestas porque hay demasiado que hacer, otras se sienten ansiosas y deprimidas porque no tienen una agenda repleta para las fiestas. Si usted o alguien que conoce se siente aislado o solo, acérquese a su comunidad. Participe en actos sociales a través del trabajo, la escuela o incluso la iglesia a la que asiste. Dedicar algo de tiempo al voluntariado es otra forma estupenda de llenar la agenda y levantar el ánimo.

Es importante saber cuándo los síntomas se están volviendo incontrolables y hay que buscar ayuda. Si se siente triste, ansioso, irritable, desesperanzado o incapaz de dormir o de realizar sus tareas cotidianas, puede que haya llegado el momento de acudir a un profesional. Los profesionales de la salud mental tienen herramientas para ayudarte a sentirte mejor hablando y procesando tus sentimientos. No hay nada malo en pedir ayuda. Asegúrate de dar prioridad a tu salud mental porque todos necesitamos tiempo para recargarnos.

Obtenga más información sobre los asesores de NOAH y cómo puede solicitar una cita aquí.

Mes nacional del cuidador familiar - Tómese tiempo para usted

Noviembre es un momento para apoyar y honrar a los cuidadores de nuestra nación como parte del Mes Nacional de los Cuidadores Familiares. Estas personas tan especiales dedican su vida a cuidar con empatía a sus familiares o amigos ancianos, enfermos o discapacitados. Las exigencias del cuidado pueden ser difíciles, abrumadoras y agotadoras. Pero también pueden ser gratificantes y satisfactorias. Los cuidadores suelen dar tanto de sí mismos a las personas a las que cuidan que a menudo están demasiado cansados para cuidar de sí mismos.

Las experiencias comunes de los cuidadores familiares pueden incluir

  • Cansancio - La mayoría de las personas que cuidan de un ser querido también trabajan fuera de casa, además de sus responsabilidades como cuidadores.
  • Depresión - Las exigencias de hacer malabarismos con múltiples responsabilidades o ver a su ser querido envejecer o cambiar debido a una enfermedad o a una capacidad variada pueden ser perturbadoras. No hay que avergonzarse por sentirse disgustado o abrumado.
  • Disminución de las relaciones - Cuidar no es un trabajo de 9 a 5. Un ser querido puede necesitar cuidados las veinticuatro horas del día. Las exigencias emocionales, físicas y de tiempo del cuidado pueden interferir en otras relaciones.
  • Falta de autocuidado - Los cuidadores suelen descuidar su propio autocuidado para atender a su ser querido. Esto puede incluir no acudir a las citas médicas y no participar en actividades de ocio.

Los cuidadores atienden a sus seres queridos por sentido de la responsabilidad, norma cultural, autorrealización y amor. Honramos a quienes prestan estos cuidados y reconocemos la dificultad cada vez mayor que entrañan, especialmente desde la pandemia de Covid.

Si usted es un cuidador familiar, aquí tiene algunos consejos útiles:

  • Busque el apoyo de otros cuidadores: Si hay otras personas dispuestas a ayudarle, intente compartir las responsabilidades. No tiene por qué hacerlo solo. Asegúrate también de consultar los grupos de apoyo a cuidadores familiares.
  • Aumente su autocuidado: Haz de tu salud mental y física una prioridad y acude a tu médico o consejero de salud mental si lo necesitas.
  • Tómate un descanso cuando puedas: Ya sea una siesta rápida, dormir hasta tarde o hacer algo que te relaje, asegúrate de dedicarte tiempo a ti mismo.
  • Reconócete a ti mismo: estás haciendo uno de los trabajos más duros que existen. No olvides reconocer algo que te haya ido bien cada día y acuérdate de ello cuando necesites un estímulo.

Únase a nosotros en el reconocimiento a las familias que a menudo cuidan de sus seres queridos todo el día, todos los días. Esto significa dedicación, organización, responsabilidad, programación y cuidados prácticos las veinticuatro horas del día. Los cuidadores familiares hacen un trabajo tremendo por su familiar, vecino o amigo y merecen apoyo y reconocimiento. Nuestro equipo de proveedores de salud mental puede ofrecer algunas herramientas útiles para ayudar. Llame al 480-882-4545 para concertar una cita con un proveedor de NOAH.

Fuentes

  1. Alianza Nacional de Cuidadores y AARP. Caregiving in the US 2020. Encontrado en internet en https://www.caregiving.org/research/caregiving-in-the-us/caregiving-in-the-us-2020/
  2. AARP. Valuing the Invaluable 2019 Update: Charting a Path Forward. Instituto de políticas públicas de AARP. 14 de noviembre de 2019. Encontrado en internet en https://www.aarp.org/ppi/info-2015/valuing-the-invaluable-2015-update.html

Salud de los empleados y agotamiento laboral

El trabajo puede ser una fuente de orgullo y emoción, una red social para conocer gente nueva y entablar conversaciones afines con los compañeros. Cuando la carga de trabajo de un empleado es máxima, puede causar problemas de salud mental y, si los empleados no equilibran eficazmente el trabajo y la vida personal, pueden llegar a desvincularse y ser menos productivos. Hablemos de la importancia de la salud de los empleados y de cómo el escaso o nulo mantenimiento de la salud en el lugar de trabajo puede causar agotamiento laboral.

¿Qué es el Burnout?

El agotamiento laboral es un tipo de estrés relacionado con el trabajo que causa agotamiento físico o emocional y que también implica una sensación de realización reducida y una pérdida de identidad personal. Algunos expertos creen que el término "burnout" podría estar causado por la depresión, aunque los investigadores sugieren que los rasgos de personalidad y la vida familiar también pueden influir en quién desarrolla burnout laboral. Según un estudio de Indeed.com, el 52% de las personas declaran sentirse quemadas por el trabajo. Esperar superarlo como si no pasara nada más no es realista. ¿Sabías que casi la mitad de los adultos que trabajan ya se sentían quemados antes de que comenzara la pandemia del COVID-19? Sea cual sea la causa, el agotamiento laboral puede afectar a tu salud física y mental. Ser capaz de identificar los síntomas es la clave y, después, buscar ayuda.

Síntomas

  • Dificultad para concentrarse.
  • Falta de energía y productividad.
  • Ser crítico o cínico en el trabajo.
  • Cambio en los hábitos de sueño.
  • Pérdida de satisfacción por los logros laborales.
  • Ser impaciente con compañeros de trabajo, clientes o pacientes.
  • Consumir drogas o alcohol para sentirse mejor.
  • Dolores de cabeza inexplicables.
  • Problemas estomacales o intestinales.

Causas

El agotamiento de los empleados siempre está presente. Puede ir y venir. Pero lo que todo el mundo experimentó durante 2020 con la pandemia de COVID-19 llevó el estrés y el agotamiento de los empleados a un nivel completamente nuevo.

No hay una única razón por la que pueda producirse el agotamiento: hay otros factores que pueden contribuir y aumentar el nivel en el que se puede experimentar el agotamiento, como:

  • Desequilibrio entre trabajo y vida privada. Si tu trabajo te absorbe demasiado tiempo y esfuerzo y no tienes energía para dedicar a tu familia y amigos, puedes quemarte rápidamente.
  • Falta de control. Si no formas parte del equipo y no se escuchan tu voz ni tus ideas, esto afecta a tu capacidad de participación y, por tanto, puedes reducir tu productividad. Ser microgestionado en áreas relacionadas con tu horario, tus tareas o tu carga de trabajo podría llevarte al agotamiento laboral. Lo mismo puede ocurrir si no dispones de los recursos necesarios para hacer tu trabajo. Si no dispones de las herramientas adecuadas para completar eficazmente las tareas diarias, es menos probable que te comprometas y puedes experimentar estrés laboral.
  • Expectativas laborales poco claras. Si no tienes claro cuál es tu papel y tus obligaciones laborales o lo que tu supervisor u otras personas esperan de ti, es probable que no te sientas a gusto en el trabajo. Esto puede afectar a tu rendimiento laboral en general.
  • Dinámica disfuncional en el lugar de trabajo. Si tu jefe te microgestiona o te sientes intimidado por el liderazgo, esto puede contribuir al estrés laboral. Sentirse menospreciado también puede afectar a tu forma de trabajar, dejándote confuso o con menos confianza a la hora de completar las tareas diarias, inseguro de si estás haciendo tu trabajo "bien" o no.
  • Extremos de actividad. La monotonía en el lugar de trabajo, donde uno se limita a trabajar en su mesa haciendo lo mismo una y otra vez, puede provocar fatiga en el lugar de trabajo. Con el tiempo, esto puede crear agotamiento laboral y, en algunos casos, depresión. Si su entorno es caótico y siempre cambiante y necesita una descarga constante de energía para mantenerse concentrado, esto puede provocar fatiga y agotamiento laboral.
  • Falta de apoyo social. Si se siente aislado en el trabajo o en su vida personal, puede sentirse más estresado. Después de un tiempo, esto podría afectar a tu productividad y llevarte al agotamiento.

Otros factores de riesgo, como trabajar muchas horas, experimentar una carga de trabajo constante y pesada con poco control o la imposibilidad de pedir ayuda, no sólo pueden causar agotamiento laboral, sino que pueden afectar al rendimiento en el trabajo y disminuir la productividad. El agotamiento laboral no abordado puede causar:

  1. Fatiga, tristeza o enfado.
  2. Estrés excesivo que puede provocar problemas de salud como: vulnerabilidad a enfermedades como las cardiopatías, diabetes de tipo 2 y depresión.
  3. Abuso de alcohol o sustancias.

Cómo actuar

El primer paso es evaluar su situación y hacer una lista de lo que necesita cambiar para reducir el agotamiento laboral. Concierte una cita con su supervisor. Revise su lista y trabajen juntos para cambiar las expectativas o llegar a compromisos que aclaren su papel y sus prioridades para que tenga éxito y confianza en su puesto. A continuación, busque el apoyo de compañeros de trabajo, amigos o seres queridos. A veces, hablar del entorno de trabajo ayuda a sacar a la luz aspectos preocupantes que quizá ni siquiera sabías que existían, pero que estaban causando estrés y agotamiento relacionados con el trabajo. Por último, céntrate en ti, fuera del lugar de trabajo, probando algunos de los siguientes consejos para ayudar a reducir el estrés:

  1. Haz ejercicio. Prueba a apuntarte a una clase de yoga o tai chi. El objetivo es aumentar tu nivel de movimiento dedicando al menos 30 minutos al día a algún tipo de actividad física que permita que tu mente y tu cuerpo se centren en tu bienestar.
  2. Atención plena. Concéntrate en el flujo de tu respiración y sé consciente de lo que percibes y sientes sin interpretarlo ni juzgarlo. En el trabajo, intenta afrontar las situaciones con apertura y paciencia, y procura no juzgar.
  3. Dormir. Desarrolle una rutina en la que se levante y se acueste a la misma hora todos los días. Cree un espacio acogedor en su dormitorio para que, cuando llegue la hora de dormir, su cuerpo y su mente puedan relajarse fácilmente. Intenta no utilizar dispositivos electrónicos antes de acostarte; en su lugar, lee un libro que te tranquilice y te haga reflexionar o dedica unos minutos a estirarte y practicar la respiración profunda.
  4. Dieta. Según la Fundación del SueñoLa mayoría de los expertos recomiendan comer entre dos y cuatro horas antes de acostarse. El cuerpo tarda bastante tiempo en digerir correctamente una comida. Las personas que comen bien antes de acostarse tienen más posibilidades de digerir los alimentos, lo que puede reducir el riesgo de dormir mal. Entre los alimentos que deben evitarse antes de dormir se incluyen:
    • Alimentos picantes 
    • Alimentos ricos en grasas
    • Alimentos ácidos
    • Bebidas con cafeína
    • Alcohol 

Si actualmente tiene dificultades en el trabajo y cree que está sufriendo agotamiento laboral, hable con un médico o un profesional de la salud mental sobre sus opciones.

Semana Nacional de Prevención del Suicidio Juvenil

¿Sabías que el suicidio es la segunda causa de muerte entre las personas de 10 a 24 años? Las estadísticas de suicidio juvenil no pueden ignorarse, ya que han aumentado mucho en la última década. Diez adolescentes de cada 100.000 deciden suicidarse. Las mujeres intentan suicidarse a un ritmo casi tres veces superior al de los hombres. Sin embargo, los varones mueren por suicidio en una proporción casi tres veces superior a la de las mujeres. La prevención del suicidio es un tema de salud fundamental para los jóvenes estadounidenses.

¿Quién corre un alto riesgo de suicidio?

Las experiencias infantiles adversas (también conocidas como ACES, por sus siglas en inglés) pueden incluir negligencia, abuso, violencia, abuso de sustancias, divorcio, encarcelamiento de un miembro de la familia o pobreza. Se ha demostrado que las ACES afectan negativamente a la salud física y mental a lo largo del tiempo y pueden darse de una generación a otra. Esto es especialmente problemático para los jóvenes que han tenido un acceso limitado a la atención sanitaria. Los jóvenes que tienen uno o más ACES corren un mayor riesgo de suicidio. Los nativos americanos y los indios de Alaska tienen las tasas más altas de suicidio por grupo étnico.

¿Cuáles son las señales de alarma?

No siempre es posible reconocer las señales de alarma en quienes piensan en el suicidio. Algunas señales comunes a las que hay que prestar atención son 

  • Hablar o escribir sobre la muerte
  • Expresar desesperanza sobre el futuro
  • Alejamiento de la familia o los amigos
  • Aumento del consumo de drogas/alcohol
  • Regalar objetos personales
  • Comportamientos autolesivos
  • Participar en actividades peligrosas
  • Cambio significativo en el estado de ánimo o el comportamiento

Cómo apoyar a alguien que tiene pensamientos suicidas:

  1. Habla con ellos sobre sus pensamientos suicidas, ya que puede ayudarles a procesar sus emociones. 
  2. Intenta reconocer sus sentimientos, miedos, tristeza o dolor.
  3. Tranquilícelo, pero no descarte el problema. Puede preguntarle si está pensando en hacerse daño o quitarse la vida, y si tiene algún plan.
  4. Asegúrese de que la persona no tiene acceso a armas o medicamentos letales e informe inmediatamente a los adultos o cuidadores. 
  5. Intenta evitar entrar en pánico u ofrecer demasiados consejos. 
  6. Proporcionar información de contacto de la(s) línea(s) de crisis y ayudarles a llamar si es necesario. 

Profesionales como los orientadores o psiquiatras de NOAH son excelentes recursos para el apoyo continuo y la planificación de la seguridad.

Si usted o alguien que conoce está atravesando una crisis, acuda a uno de los siguientes recursos en busca de ayuda:

  • Línea Nacional de Prevención del Suicidio: Llame, envíe un mensaje de texto o chat: 988
  • Línea de texto para crisis: envíe HOME al 741741
  • Línea de crisis del condado de Maricopa: 800-631-1314
  • Línea de vida para adolescentes: Llama o envía un mensaje de texto al 602-248-TEEN (8336)

¿Debería matricularme en un curso de orientación psicológica?

Ya sea en la televisión, en el cine o en las redes sociales, solo "ciertas personas" acuden a un profesional de la salud mental. Esto ha llevado a muchos a pensar que hay que experimentar algún tipo de crisis, estar al borde de un colapso o sentirse como "un loco" para acudir a terapia, pero no siempre es así. El asesoramiento no es sólo para casos extremos. De hecho, reunirse con un consejero regularmente puede ayudar a desarrollar buenos hábitos de salud mental. Pedir ayuda no tiene por qué ser el último recurso. Una de las mejores formas de mantener la salud mental es buscar un profesional especializado en las áreas que más le convienen. La cuestión de si debe o no acudir a terapia es una decisión basada en cómo se siente en ese momento. ¿A qué señales debe prestar atención que puedan animarle a hacer esa llamada y concertar una cita con un consejero?

He aquí cinco signos comunes que pueden ayudarle a decidir si debe acudir a terapia.

  1. Sentirse "no uno mismo". Todos tenemos momentos en los que nuestro estado de ánimo está "apagado" y recurrimos a cosas que nos ayudan a sentirnos mejor, pero cuando empezamos a pensar "esto no es propio de mí", puede que tengas que mirar más de cerca. A veces nos sentimos tristes, enfadados o molestos con las cosas que pasan, pero cuando llega un punto en el que llegas a la conclusión de que esto se sale de lo normal, podría ser algo más que emociones cotidianas.
  2. No puedes hacer las cosas que te gustan. Tener aficiones o actividades que te gusten puede ser una forma estupenda de equilibrar tu salud mental, pero es importante que busques señales de que la forma en que te sientes está dificultando o imposibilitando que sigas haciéndolas. Una vez más, si no es tu caso y cada vez te resulta más difícil salir, divertirte o ser sociable, deberías acudir a que te examinen o evalúen para detectar posibles problemas de salud mental.
  3. Consumir drogas, alcohol, comida o sexo para sentirnos mejor. Al igual que tenemos aficiones que pueden ayudarnos a sentirnos mejor, a veces nos involucramos en hábitos poco saludables para hacer lo mismo y eso nunca es una buena idea. Si te encuentras consumiendo drogas, alcohol, comida o sexo para sentirte mejor, tienes el deseo de reducirlo o está afectando a tu vida diaria, entonces empezar un asesoramiento podría ser útil para asegurarte de reducir los efectos negativos a largo plazo.
  4. Has perdido a alguien o algo importante para ti. Tal vez su familia o su cultura tengan ciertos rituales, tradiciones o expectativas cuando se trata de la muerte de un ser querido. El ser humano se adapta muy bien y a veces su sistema de apoyo natural es todo lo que necesita para superar la pérdida, pero otras veces puede ser una buena idea acudir a un consejero para que le ayude a adaptarse al cambio inesperado. Recuerde que la pérdida no es sólo la muerte. Puede tratarse de una separación o una ruptura, una mudanza o la pérdida del trabajo.
  5. Ha ocurrido algo emocionalmente angustioso. Puede tratarse de cualquier acontecimiento que te haya parecido horrible, aterrador o amenazador, como un accidente, una lesión, una muerte repentina, abusos, violencia o un desastre natural. Este tipo de acontecimientos están relacionados con un mayor riesgo de consumo de sustancias, problemas crónicos de salud y trastornos mentales como la depresión o la ansiedad. Cuanto antes busques ayuda para superar este tipo de situaciones, mejor estarás, pero recuerda que nunca es demasiado tarde.

Si experimenta alguno de estos síntomas, nuestro equipo de asesores expertos de NOAH está aquí para ayudarle. Lo más importante es recordar que el asesoramiento es para todos. En NOAH intentamos acabar con el estigma de que el asesoramiento es sólo para situaciones graves. Hablar con un profesional de la salud mental con regularidad es como ir al gimnasio para la mente. Tener a alguien en quien confías, que tiene experiencia profesional y que está ahí cuando lo necesitas es una gran sensación. Una vez que acudas a terapia unas cuantas veces, empezarás a notar una diferencia positiva en tu estado de ánimo o incluso un deseo de hacer las cosas que antes te encantaban.

Como siempre, si tú o alguien tiene pensamientos o sentimientos de querer hacerse daño a sí mismo, por favor, buscad ayuda tan pronto como podáis. Recuerde que al pedir ayuda está cuidando de su salud mental, y cuidar de su salud mental es tan importante como cuidar de su salud física. Llame al 480-882-4545 para concertar una cita con un proveedor de NOAH hoy mismo.

Llame o envíe un mensaje de texto al 988 si está en apuros. El teléfono 988 para casos de suicidio y crisis está disponible 24 horas al día, 7 días a la semana, y es gratuito para cualquier persona en crisis.

¿Por qué me siento así? ¿Estrés o ansiedad?

Imagínese preparándose para el día. Al salir de la cama y meterte en la ducha, ¿piensas en lo ajetreada que ha sido la semana y en todas las cosas que tienes que hacer en casa? ¿O tiene una profunda sensación de temor, pero no sabe por qué? ¿Sientes náuseas en el estómago y no has podido dormir porque tu mente nunca se desconecta? Tanto el estrés como la ansiedad parecen similares porque forman parte del mismo sistema de respuesta de nuestro cuerpo ante una amenaza percibida. ¿Cómo saber si lo que sientes es estrés o ansiedad continua? Puede ser difícil saberlo. Aquí tienes algunas cosas que debes tener en cuenta.

En la mayoría de los casos, el estrés está relacionado con una situación o circunstancias concretas de la vida y es de corta duración. Por ejemplo, estás estudiando y tienes dos exámenes y un trabajo para dentro de tres días. Te sientes presionado y te quedas despierto hasta tarde para estudiar. Durante este tiempo, sientes tensión en el cuello y los hombros y estás más irritable de lo normal. Una vez terminados los exámenes y entregado el trabajo, te sientes mucho mejor y puedes disfrutar de tiempo con tu familia y amigos.

Aunque la ansiedad puede tener síntomas muy parecidos a los del estrés, suele ser más generalizada (no se centra en un acontecimiento o circunstancia concretos) y persistir más tiempo que el estrés. Muchas veces, una persona con ansiedad dirá que no sabe por qué se siente preocupada o no puede dormir. La ansiedad se manifiesta de diversas maneras y es diferente para cada persona. La irritabilidad, el malestar estomacal, la dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido, la preocupación excesiva y la sensación de que algo malo está a punto de ocurrir son síntomas de ansiedad generalizada.

Todo el mundo experimenta estrés o ansiedad en algún momento de su vida. He aquí algunos consejos rápidos para controlar sus síntomas. En primer lugar, debes saber que el estrés y la ansiedad suelen conllevar una serie de síntomas físicos desagradables. Si notas que el corazón te late deprisa o te cuesta respirar hondo, busca la forma de bajar el ritmo que mejor se adapte a ti. Por ejemplo:

  • Céntrate en respirar con intención.
  • Comprometerse en la respiración de la caja - https://www.youtube.com/watch?v=tEmt1Znux58
  • Hable con un amigo o familiar de confianza.
  • Muévete su cuerpo realizando alguna actividad física agradable.
  • Sumerja brevemente la cara en agua fría.

Puede ser difícil decidir cuándo buscar ayuda para sus síntomas. Una buena regla general es si sus síntomas están afectando a su vida cotidiana o le impiden cuidar de sí mismo. Busque el consejo de su médico de cabecera o de un profesional de la salud conductual. La mayoría de las personas experimentan síntomas de estrés o ansiedad en algún momento de su vida y ambos responden bien al tratamiento. Debes saber que lo que sientes no tiene por qué dominarte y que puedes encontrar formas de controlar tus pensamientos y sentimientos.

Dar las gracias en la mesa

Por Kristina Ward, MAS-MFT, LMFT | NOAH Marriage & Family Therapist

La vida familiar suele ser ajetreada: las mañanas consisten en poner a los niños en movimiento y sacarlos a la puerta, a veces incluso darles de comer, y las tardes incluyen deportes, deberes y ponerse al día en general. Las comidas familiares se han convertido a menudo en una actividad ocasional, sólo para los días del mes que no son terriblemente ajetreados y a la carrera. Entre el trabajo, los niños, las redes sociales y otras actividades, la hora de comer en familia suele ser una tarea que hay que evitar. Sin embargo, los beneficios de una comida familiar regular son mensurables. Los estudios han demostrado que comer juntos en familia con regularidad mejora el resultado general de las relaciones.

En las parejas sin hijos, ya sean pre, post o sin hijos, las comidas regulares juntos reducen los niveles de conflicto en la relación. Las parejas son capaces con más frecuencia de resolver, llegar a un compromiso o incluso acordar estar en desacuerdo. La pareja aumenta el nivel de amistad y compañerismo durante el tiempo que pasan juntos. En las familias con niños pequeños, el momento de la comida juntos tiene el mismo factor de protección en la relación de pareja y mejora las relaciones generales en la comida permitiendo una mayor conversación e interacción. A medida que los padres modelan la comunicación y la interacción, estos niños pequeños mejoran en la capacidad de escuchar y responder. Además, la conversación en las comidas familiares provoca cambios en el desarrollo de los niños. La conversación habitual, incluso con los niños pequeños y en torno a ellos, ayuda a desarrollar su vocabulario. En las familias con hijos mayores, la hora de la comida familiar es un momento para aprender la cultura familiar y desarrollar un sentido de "quién soy" como parte del sistema familiar. 

La hora de comer en familia también tiene factores protectores para la salud mental de sus miembros. Permitir que los niños expresen lo que piensan es una oportunidad para que mejore su autoestima, mejoren las actividades escolares y aumente el vínculo entre padres e hijos, lo que a su vez disminuye el riesgo de relaciones sexuales precoces en preadolescentes y adolescentes. Otro factor de protección observado en las comidas familiares regulares es la reducción de los patrones de alimentación desordenada (que pueden conducir a trastornos alimentarios), reducir el riesgo de abuso de sustancias y una mejora de la salud. Además, múltiples estudios realizados en Europa, Japón y EE.UU. han demostrado que las comidas familiares regulares disminuyen la depresión en todos los grupos de edad. 

Las comidas familiares no tienen por qué ser todos los días ni todas las cenas. Las comidas familiares pueden consistir en desayunar juntos los sábados por la mañana, comer pizza los viernes por la noche o almorzar los domingos. Lo importante es programar las horas de las comidas y que la familia espere que todos estén presentes. Si los niños empiezan tarde los miércoles por la mañana, programa el desayuno para que sea a las 6:30 de la mañana, antes de que los padres tengan que irse a trabajar. Si no tienes tiempo de cocinar, come cereales fríos. Haz de la hora de la comida un acontecimiento social. Las parejas pueden hacer la comida juntos, comer y limpiar juntos. Los padres pueden turnarse para enseñar a los niños a cocinar y preparar las comidas. El objetivo es aumentar los momentos de unión habituales.

Dímelo y lo olvido, enséñamelo y puede que lo recuerde, involúcrame y lo aprendo.

Benjamin Franklin

Sharon M. Fruh, Jayne A. Fulkerson, Madhuri S. Mulekar, Lee Ann J. Kendrick y Clista Clanton. (2011). Los sorprendentes beneficios de la comida familiar. The Journal for Nurse Practitioners. Enero 2011, 7 (1) 12-22.

Megan E. Harrison, Mark L. Norris, Nicole Obeid, Maeghan Fu, Hannah Weinstangel y Margaret Sampson. (2015). Revisión sistemática de los efectos de la frecuencia de las comidas familiares en los resultados psicosociales en los jóvenes. Médico de familia canadiense. Febrero de 2015, 61 (2) e96-e106.

Prevención del suicidio: Apoyar a un ser querido

¿Quién corre peligro?

Los pensamientos suicidas pueden afectar a cualquier persona, independientemente de su edad, sexo u origen cultural. Según la Alianza Nacional de Enfermedades Mentales (NAMI), el 4,9% de todos los adultos han experimentado pensamientos suicidas serios. Esa cifra aumenta al 11,3% en adultos jóvenes de 18 a 25 años, y al 18,8% en estudiantes de secundaria. El suicidio es laduodécima causa de muerte en los Estados Unidos, la segunda causa de muerte entre las personas de 10 a 14 años y la tercera causa de muerte entre las personas de 15 a 24 años. Podemos influir en estas cifras difundiendo información sobre la concienciación y la prevención del suicidio.

¿Qué buscar y cuándo actuar?

Todo el mundo tiene un mal día de vez en cuando, pero cuando ese mal día se convierte en varios días o en dificultades para realizar las tareas cotidianas, es importante prestar atención. Algunos pueden notar un mayor aislamiento de amigos o familiares o un menor interés por las actividades sociales, laborales o académicas. Otros pueden notar un cambio en la ansiedad, la depresión, el consumo de sustancias, el rendimiento en el trabajo o en la escuela, estrés prolongado o dificultad para adaptarse a las situaciones. Sea cual sea el cambio, hay esperanza y formas de actuar y ofrecer apoyo.

¿Qué hacer?

Puede ser extremadamente difícil y aterrador cuando un ser querido, un hijo, un amigo o un familiar experimenta síntomas de salud mental, especialmente pensamientos suicidas. Mantenga conversaciones frecuentes con sus hijos y familiares sobre salud mental y realice "chequeos de emociones". Si lo convierte en parte de su rutina diaria, empezará a normalizar la salud mental y hará que sea cómodo mantener conversaciones con sus seres queridos cuando tengan problemas, especialmente con pensamientos suicidas.

Otra forma de ofrecer apoyo es escuchar y validar su experiencia. Puede que no entiendas por lo que están pasando, pero puedes ofrecerles apoyo y crear un lugar seguro para la escucha activa. Obtén comentarios y apoyo de otras personas: hermanos, familiares, amigos, miembros de la comunidad, profesores. Observar cómo cambian los comportamientos en múltiples entornos puede ayudar a evaluar la gravedad del problema y determinar cuáles deben ser los siguientes pasos.

La mejor forma de prevenir una crisis relacionada con el suicidio es buscar ayuda y apoyo antes de que se produzca la crisis. Si un ser querido se siente preocupado, pero no cree estar en peligro inminente, anímelo a hablar con su médico o profesional de la salud mental. También es importante implicar a amigos y familiares, todos necesitamos apoyo. Si crees que tu hijo o ser querido está en peligro inminente, llama a una línea de crisis, llévalo al hospital más cercano o llama al 911.

  • Línea Nacional de Prevención del Suicidio (1-800-273-8255)
  • Línea de texto para crisis ("NAMI" al 741-741)
  • Línea de ayuda en caso de suicidio y crisis: 988