Hay momentos en los que necesitas algo dulce para satisfacer tus papilas gustativas, pero no quieres azúcares añadidos que te dejen agotado. Los sorbetes de fruta de temporada son la solución perfecta, sobre todo en los meses más cálidos.
Cortar los plátanos y las fresas en rodajas.
Coloque toda la fruta en un plato o en una bandeja de horno y métala en el congelador durante 1-2 horas para que se enfríe.
Una vez congelada la fruta, colóquela en el robot de cocina o la batidora por tandas (divididas por la mitad). Añade la mitad del zumo de limón a cada tanda y procesa hasta obtener una mezcla homogénea.
El sorbete tendrá una textura blanda. Si te gusta más firme, vierte el contenido en un bol y congélalo durante unos 20 minutos para que se endurezca.
0 porciones