El salmón tiene varios beneficios para la salud. Es un pescado graso, cargado de nutrientes, sabroso, versátil y ampliamente disponible independientemente de dónde viva. Este pescado es rico en ácidos grasos omega-3 y una gran fuente de proteínas.
Hay varias formas de incorporar este pescado a tu dieta. Mi forma favorita de cocinar el salmón es asarlo en el horno junto con flores de brócoli y servirlo tal cual o encima de una ración de arroz integral o quinoa.
Precalentar el horno a 425 grados. Cubra una bandeja para hornear con aceite en aerosol (asegúrese de que tenga un borde alrededor de todos los lados para evitar que el glaseado gotee por los lados).
Coge un bol mediano y bate el aceite, el tamari, el vinagre, el jengibre, el ajo y la melaza. Pruébelo y añada sal y pimienta según sea necesario. Reservar.
Ase el brócoli durante 5 minutos. Muévelo a un lado de la sartén y coloca el salmón en el otro lado. Unte 2/3 del glaseado sobre el salmón por ambos lados. Asar hasta que el salmón esté bien hecho, unos 8-10 minutos más.
Sacar la plancha del horno y dejar reposar. Coloca el salmón y el brócoli en el plato y rocía el glaseado reservado por encima. Servir con una cama de arroz integral o quinoa.
NOTAS: A veces cocino al vapor bok choy bebé como una verdura alternativa si está disponible en mi tienda de comestibles.
0 porciones
1 trozo de pescado