Celebra el Día de San Patricio con esta versión sin gluten del tradicional pan de soda irlandés. Caliéntalo y sírvelo con un poco de mantequilla o acompáñalo con un estofado irlandés para disfrutar de una comida cálida y acogedora en marzo.
Precalentar el horno a 350 grados y forrar una bandeja para hornear con papel pergamino.
Coge un bol grande y tamiza la harina, la sal, el azúcar, el bicarbonato, la levadura en polvo y el cremor tártaro (esto es importante para que el pan quede ligero y esponjoso, no pesado y denso).
Mezclar la mantequilla fría con una batidora de repostería hasta que la mezcla tenga la consistencia de harina de maíz y se vean los trocitos de flor que recubren los trozos de mantequilla.
Añadir el suero de leche y remover hasta mezclar. Añadir las grosellas y las semillas de alcaravea y mezclar bien. A mí me gusta espolvorear las semillas por toda la superficie de la mezcla en el bol, para que queden un poco esparcidas y no aglomeradas en un solo punto.
Saque la masa del bol, forme una bola y colóquela en la bandeja para hornear preparada. Aplastar ligeramente la masa con la palma de la mano, dándole forma circular y dejando una pequeña cúpula en el centro. Haga una cruz en la parte superior.
Hornee a 350 grados durante 45-50 minutos. Enfriar sobre una rejilla y servir caliente o a temperatura ambiente.
CONSERVACIÓN: Conservar en un recipiente hermético hasta 3 días. También se puede cortar en rodajas y congelar.
NOTAS: Para obtener todo el sabor de este pan, debe hacer lo posible por utilizar las semillas de alcaravea y las pasas de Corinto secas. Sin embargo, puede omitir las semillas de alcaravea si no le gusta su sabor u olor (como a regaliz) y sustituir las grosellas por pasas secas. Esta receta necesita mantequilla, y la de verdad es la mejor. A mí me encanta la Kerrygold, es la única que uso en mi casa. Si no tienes suero de leche, puedes usar 1 taza de leche más 2 cucharadas de vinagre blanco.
0 porciones
1 rebanada