Suaves y blanditas, estas albóndigas son ideales para acompañar tus proteínas favoritas. Y como contienen calabaza, aportan más vitaminas, minerales y fibra.
Añadir el puré de calabaza, el puré de patatas, la harina, la sal y la nuez moscada a un bol. Mezclar para incorporar los ingredientes con una espátula. Amasar suavemente la masa con las manos para eliminar los grumos. No amasar en exceso, ya que la masa se endurecerá. Añadir un poco más de harina si es necesario para mantener la masa unida.
Cortar la masa en 4 cuartos. Enrolle cada trozo en forma de cuerda y, a continuación, córtelo en bocados de 2,5 cm. Espolvoree los ñoquis con un poco de flor y, a continuación, presione uno a uno sobre el dorso de un tenedor o de una tabla para ñoquis, si dispone de ella. Colóquelos en una sola capa sobre una bandeja ligeramente enharinada.
Poner una olla grande con agua a hervir. Eche un puñado de ñoquis cada vez y cuézalos durante unos 4 minutos. Retírelos con una espumadera y mézclelos con aceite de oliva, sal marina celta y pimienta recién molida al gusto. Cuando todos los ñoquis estén cocidos, viértalos en una fuente y adórnelos con hojas de perejil finamente picadas.
0 porciones