Una salsa versátil que se puede preparar con antelación y utilizar con casi cualquier cosa.
Precaliente el horno a 375 grados. Envuelva el ajo en papel de aluminio con un chorrito de aceite de oliva. Mezcle los poblanos y la cebolla con el aceite restante. Coloque los 3 elementos en una bandeja para hornear y asar durante 25-30 minutos o hasta que estén muy suaves.
Derretir la mantequilla en un cazo y batir la harina hasta que se forme una pasta espesa. Añadir poco a poco la leche y el caldo calientes y batir hasta que la salsa esté suave y espesa. Suele tardar entre 5 y 10 minutos.
Añadir la mitad de la salsa a la batidora junto con las verduras asadas y batir hasta obtener una mezcla homogénea.
Vuelva a poner la salsa en la sartén con el resto de la salsa y mezcle. Pruebe y rectifique la sazón a su gusto. ¡Que aproveche!
NOTAS: Cuanto más tiempo se deje cocer la salsa a fuego lento, más espesa quedará. Si se espesa demasiado, dilúyala con un poco de caldo caliente o agua. También puedes hacer una doble tanda de esta salsa y guardarla en el congelador.
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