Este plato saludable es una excelente fuente de nutrientes con un aroma que hará que tu casa huela como si hubiera llegado el otoño. Los boniatos son una gran fuente de fibra, vitaminas y minerales, por lo que este giro de un clásico es una comida muy nutritiva.
Precalentar el horno a 375 grados F. Cubrir ligeramente un molde para hornear de 9 x 13 pulgadas con aceite de oliva y reservar.
Poner los boniatos en una olla grande y cubrirlos con agua. Poner a fuego medio-alto y llevar a ebullición. Cocine hasta que estén tiernos, aproximadamente 25 minutos.
Mientras se cuecen los boniatos, calentar una sartén grande a fuego medio-alto y añadir el aceite de oliva restante. Cuando el aceite esté caliente, añadir las zanahorias, el apio y la cebolla. Cocinar hasta que se ablanden y las cebollas estén translúcidas, entre 7 y 10 minutos.
Añadir sal, pimienta, tomillo, romero y el pavo picado. Cocine hasta que el pavo esté dorado. Asegúrese de desmenuzar el pavo mientras se cocina.
Añadir a la sartén la pasta de tomate, la harina, la salsa Worcestershire y el caldo de pollo. Revuelva para combinar y llevar a fuego lento.
Escurrir los boniatos y volver a ponerlos en la olla. Aplastar con un pasapurés hasta obtener una mezcla homogénea. Cuando esté suave, añada el queso crema, la sal y la pimienta. Remover hasta que el queso crema esté bien mezclado.
Batir el huevo en un bol pequeño. Añadir un par de cucharadas de la mezcla de boniatos al huevo y mezclar para atemperar. Añadir la mezcla de huevo a la olla de boniatos y mezclar durante un par de minutos o hasta que el huevo esté totalmente incorporado.
Añada los guisantes congelados a la mezcla de pavo y remueva. Vierte la mezcla en el molde preparado. Cubre el pavo y las verduras con los boniatos, extendiéndolos en una capa uniforme.
Hornear durante 35 minutos hasta que la cazuela esté burbujeante y la costra de patata esté cuajada. Retire del horno y deje reposar de 5 a 10 minutos. Servir caliente espolvoreado con tomillo picado extra.
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