La historia de Rosa

"No tengas miedo de contarles lo que pasa, porque te escucharán".

Rosa se estaba desmoronando en silencio. El peso emocional que soportaba cada día era insoportable, y el dolor físico sólo hacía más difícil seguir adelante. Se sentía sola y no sabía a quién acudir. Una profesora del colegio de su hijo le habló de NOAH. Ese pequeño acto de bondad encendió una chispa de esperanza. Rosa concertó una cita y por fin pidió la ayuda que necesitaba.

La misión de NOAH es proporcionar asistencia sanitaria compasiva y de alta calidad a todo el mundo, independientemente de su procedencia o ingresos. Para continuar con esta importante labor, contamos con el apoyo de diversas fuentes, como subvenciones, asociaciones comunitarias y generosas donaciones privadas. Estas contribuciones nos ayudan a ofrecer atención especializada asequible a miles de personas cada año.

Este apoyo es especialmente crítico cuando se trata de llegar pronto a los pacientes, antes de que los problemas de salud se agraven. Cuando las personas pueden acceder a una atención preventiva y un tratamiento coherente, es menos probable que acaben en urgencias o requieran costosas estancias hospitalarias. Ayudar a los pacientes a mantenerse sanos desde el principio no sólo mejora su calidad de vida, sino que reduce los costes sanitarios a largo plazo para todos, especialmente cuando los pacientes no tienen seguro y no pueden pagar la atención de urgencia.

Donando a NOAH, ayudas a pacientes como Rosa a recibir la atención que necesitan, ya sea un chequeo rutinario, apoyo en salud mental, tratamiento de una enfermedad crónica o aprender a llevar una vida más sana. Cada dólar que donas ayuda a construir una comunidad más fuerte y sana.